(Extracto de la Pascualina)
Una semana justa en Francia/Suiza y hasta ahora me siento a escribir. Poniéndome al día con España me he tardado lo mío. Luego de Alicante, regresé a Madrid, y recorrí todos los lugares emblemáticos para recuperar las fotos que se me echaron a perder en la Ruta y las que Simmel nunca me dio: la puerta de Alcalá, el parque del Retiro, la Plaza Mayor... Me quedé con Miguel y su flamante esposa y luego a encontrarme con los Fernandos en Ginebra...
Después de tres viajes a Madrid, finalmente foto en la Puerta de Alcalá
Siguiente capítulo en el viaje dadaísta. Cambiamos de hoja, de capítulo y de fronteras.
Lo peor es que tengo la mano congelada de tomar agua en tantas fuentes, que aquí las hay por doquier, por lo visto a los suizos les gusta estar bien hidratados. He andado un poco más relax, viviendo la vida cotidiana de los Fers. Ahorita estoy esperando a que Fer Guate salga del gym.
Es medio surrealista esto. Enfrente mío, en una vitrina: cuatro máquinas elípticas. Un mae con una camiseta de I love NYC, una asiática y dos chicas que con suerte pueden ser suizas, porque aquí nadie es de aquí. Una semana en este país y solo una suiza he conocido.
Por lo pronto, a parte de internacional, Suiza es demasiado perfecto. Hasta los basureros son dignos de foto. El que dijo, en un arranque de inspiración demasiado hiperbólica y positivista, que Costa Rica es la Suiza centroamericana NUNCA ha de haber estado en Suiza. Es que NADA QUE VER.
Basureros suizos, Lausanne
Aquí me siento todo el tiempo dentro de un Lego y hasta el pelo se ha hecho más lacio, como para calzar con el prototipo. Ahorita de seguro me vuelvo amarilla y las manos se me hacen como una C.
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